El INV moderniza el régimen de importación de vinos: menos burocracia, más competitividad

El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) oficializó una medida clave para la modernización del comercio vitivinícola argentino.

Se trata de la Resolución 20/2025, publicada en el Boletín Oficial, que introduce importantes cambios en el esquema de importación de vinos y productos vitivinícolas, con el objetivo de reducir la burocracia, agilizar los trámites y adecuar los procedimientos a estándares internacionales.

La normativa, firmada por el presidente del organismo, Carlos Raúl Tizio Mayer, busca acompañar los principios de eficiencia y simplificación administrativa promovidos por el Gobierno nacional, sin resignar el control de calidad e inocuidad exigidos por la Ley N° 14.878.

Entre los principales cambios, se destaca la eliminación del requisito de certificados analíticos para vinos fraccionados importados desde países con acuerdos técnicos suscriptos en el marco del Grupo Mundial de Comercio del Vino (GMCV) y la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). En estos casos, bastará con una declaración jurada electrónica para la habilitación del producto, siempre que no existan riesgos para la salud del consumidor.

Por el contrario, para productos importados a granel, se mantendrá la exigencia de un certificado que detalle la composición varietal y demás características técnicas.

La resolución también establece nuevos parámetros de trazabilidad y etiquetado. Todos los productos importados deberán cumplir con las mismas exigencias que los vinos nacionales, incluyendo información sobre el importador, número de lote y domicilio, aunque ya no será obligatorio detallar el número de análisis de libre circulación ni el país de origen en la etiqueta.

Otro aspecto innovador es la posibilidad de que el importador solicite una toma de muestra por parte del INV en caso de no contar con certificaciones del país de origen, permitiendo validar la aptitud del producto sin entorpecer los tiempos logísticos.

La Resolución 20/2025 se complementa con un paquete normativo más amplio impulsado por el INV en los últimos meses. Entre ellas, se destacan las Resoluciones 17, 18 y 19/2025. La primera reconoce certificaciones nacionales e internacionales de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), mientras que las otras dos simplifican la trazabilidad del alcohol etílico destinado a la producción de biocombustibles.

Estas medidas consolidan un enfoque estatal que combina competitividad, calidad y apertura comercial. Además, apuntan a fomentar la inversión extranjera en el sector y a facilitar el ingreso de productos al país bajo reglas claras y actualizadas.