Pablo Centeno es miembro de la dirección médica de INCUCAI y tutor de la Unidad de Procuración Hospitalaria del Hospital Rawson. Con esa tarea busca que el área adquiera las capacidades para funcionar de manera autónoma y se inserte como un servicio más.
La Unidad de Procuración, conducida por la Dra. Verónica Berón, funciona oficialmente desde el 28 de noviembre de 2023, aunque su inicio informal data de abril del 2023, y desde entonces creció la procuración y ablación de órganos en la provincia. Esta Unidad es la primera funcionando en la provincia en la parte pública y privada, es la única dependencia en hacer capacitación de posgrado en procuración y además, capacita al resto del hospital en procuración. En la actualidad, el Hospital Rawson procura el 80% de órganos de la provincia.
La presencia de todo un referente nacional
Centeno es un referente, en todo el país, sobre trasplantes y esta comprometido con la actividad de tutor a tal punto que solicitó una habitación dentro del Hospital durante tres días para poder conocer hasta el mínimo detalle sobre el funcionamiento diario de la institución.
“Vine a darle forma a una actividad que debería ser parte de lo cotidiano, del trabajo de las áreas críticas fundamentalmente, la cual necesita de cierta coordinación para poder funcionar: la procuración de órganos y tejidos tiene que formar parte de la cartera de actividades de varios servicios”, señaló el Dr. Centeno.
Las Unidades de Procuración de Órganos y Tejidos (UPROT), son el resultado de un programa Procurar del INCUCAI, que va insertando estas unidades de procuración en los lugares destinados.
“En el Hospital Rawson estoy observando una gran voluntad de colaborar por parte de los servicios implicados en el trabajo de procuración. La impresión que me da es que hay muchas fortalezas por parte del Hospital y hay varias oportunidades para aprovechar para insertar la UPROT, principalmente en la Urgencia y en las terapias de adultos y pediatría”, analizó el profesional.
Además de trabajar en el INCUCAI, Centeno es el jefe de la terapia intensiva del Hospital Bicentenario Esteban Echeverría de Buenos Aires, una terapia de alta complejidad que además trabaja mucho en la donación, y compartió que “me gustaría transmitir la experiencia que hemos hecho en un hospital que es líder en la materia. Pero además vengo a aprender: de cada lugar del país al que uno va se lleva muchas cosas que enriquecen lo que uno después retransmite, para mí es un trabajo doble y se logra estando, me sirve que me dejen estar en las actividades cotidianas”.
La realidad de los trasplantes en el país
A la hora de hablar sobre los procesos de trasplantes, Centeno afirma que “es, económicamente, la solución definitiva en algunas circunstancias clínicas, es mucho más barato un paciente trasplantado que un paciente dializado, por eso debería haber mucha presión hacia el sistema de salud para generar los donantes y reducir el padecimiento de la gente que dializa. Además, reducir los costos, obviamente lo más importante es la prevención y que la gente no llegue a necesitar un trasplante, pero cuando es inevitable debería ser ofrecido rápidamente para mejorar la calidad de vida de la gente y reducir los costos sanitarios. Entonces hay que trabajar en esto porque si no están los donantes, por más excelente servicio de trasplantes que haya, excelentes profesionales, el mejor equipamiento, sin el órgano para trasplantar no pasa nada. Para eso es necesario el trabajo de todo el hospital”.
Las unidades de procuración han alcanzado una importancia enorme, más allá de las campañas de promoción de la donación en la sociedad. Sobre eso, Centeno explica que “los donantes aparecen en los lugares donde se trabaja bien, los lugares que tienen calidad de trabajo, especialmente la terapia intensiva, van a tener muchos donantes, y los lugares que trabajan mal no tendrán muchos. Este lugar tiene toda la potencialidad para generarlo, hay mucha calidad médica y tecnológica. A esta altura hay que sacarle la responsabilidad a la sociedad: la sociedad es donante. Si uno le pregunta a cualquier persona que está mirando la tele y ve que alguien necesita un corazón difícilmente alguien piense: ojalá que no aparezca ningún donante, no estoy de acuerdo. Esto ya es una discusión cerrada, incluso con la aparición de la Ley Justina queda bastante claro”.
Centeno señala que para aumentar la procuración y donación de órganos es necesario el trabajo de todo el equipo de salud, y ese trabajo representa un gran desafío: “no es solamente una decisión de que el paciente sea donante, es muy difícil desde lo técnico, ya que se necesita mucha calidad médica para trabajar estos pacientes y que puedan ser donantes. También, desde lo humano, porque el acompañamiento de una familia en estas situaciones es muy difícil, muy desafiante, y no siempre los médicos estamos bien capacitados para acompañarlos y transformar la situación de la muerte, que es una mala noticia, y en la donación, que es una buena noticia. A veces nuestras propias incapacidades o miedos hacen que lo transitemos mal y a la muerte le agreguemos más problemas como el enojo o el rechazo y no debiera ser así. Por eso es un trabajo que hay que hacer muy profesionalmente y es en lo que trabajamos desde las UPROT”, puntualizó.