Inquilinos de San Juan mostraron su preocupación por la derogación de la Ley de Alquileres

Desde la derogación de la Ley de Alquileres, medida adoptada por el gobierno de Javier Milei, las condiciones para alquilar en San Juan han cambiado drásticamente, y las críticas por parte del sector de los inquilinos no han tardado en hacerse escuchar.

Aunque la derogación fue celebrada por algunos, especialmente entre los propietarios, quienes esperaban mayor flexibilidad en los contratos, los inquilinos sostienen que las promesas de mejora no se han cumplido y que la situación se ha vuelto cada vez más difícil.

Víctor Bazán, titular de la Asociación de Inquilinos, destacó que, a casi un año de la derogación, la realidad es mucho más complicada para los arrendatarios. Según Bazán, lo que anteriormente se consideraba un marco regulatorio ahora se ha transformado en "la ley de la selva", caracterizada por un sistema desordenado y abusivo. "No se puede tener vistas a futuro, qué es lo que se va a pagar, cómo se va a pagar, el abuso es desmedido", afirmó el referente de los inquilinos, quien lamentó que el gobierno no haya logrado encontrar un equilibrio entre propietarios e inquilinos.

Una de las principales preocupaciones de los arrendatarios es el aumento frecuente de los alquileres. Mientras que antes los aumentos eran semestrales o anuales, hoy en día, los propietarios y corredores inmobiliarios están optando por aumentos trimestrales o incluso bimestrales, lo que genera un gran desajuste en la planificación financiera de las familias. "Hoy te dicen una cosa y mañana te salen con otra", lamentó Bazán, quien subrayó que antes había un marco regulatorio que favorecía la equidad entre las partes, algo que ahora se ha perdido.

En cuanto a la oferta de viviendas, uno de los principales argumentos a favor de la derogación de la Ley de Alquileres era que esto incrementaría la cantidad de propiedades disponibles para alquilar. Bazán reconoció que, en efecto, ha aumentado la oferta, pero, paradójicamente, esta no ha sido suficiente para satisfacer la demanda. Según el titular de la Asociación de Inquilinos, la baja en la demanda en la provincia de San Juan podría estar en torno al 20% respecto al año pasado. Esto se debe, en gran parte, a los precios elevados de los alquileres, que se han vuelto inalcanzables para muchas familias.

Además, Bazán expresó su preocupación por la situación de los inquilinos en el corto y mediano plazo. "Lo que más nos preocupa es que muchas familias entren en cesación de pago y empiecen a pedirle las viviendas y no tengan dónde ir", advirtió. A esta crisis se suman otros factores, como el endeudamiento de las familias con tarjetas de crédito y préstamos personales para poder hacer frente a los elevados alquileres.

En la actualidad, el alquiler de una vivienda para una familia tipo, compuesta por una pareja con dos hijos, no baja de $400.000 o $500.000, cifras que para muchos inquilinos son imposibles de pagar. A esto se le suman los incrementos en los servicios de agua, luz y gas, además de la inflación que afecta a otros bienes esenciales como los alimentos.

La situación en San Juan refleja un panorama complejo para los inquilinos, quienes sienten que la derogación de la Ley de Alquileres no ha traído los beneficios prometidos y ha agravado aún más la precariedad del sector.