El Servicio Penitenciario de Chimbas enfrenta una crítica sobrepoblación, con casi el doble de internos de lo que su infraestructura puede albergar.
Para abordar esta problemática, la gestión del gobernador Marcelo Orrego ha decidido avanzar en la construcción de un nuevo pabellón, que se espera esté listo "a más tardar, en enero". Además, se contempla la edificación de una segunda unidad, cuya ejecución se iniciará lo antes posible.
Gustavo Sánchez, secretario de Seguridad y Orden Público, confirmó que el nuevo pabellón contará con 236 celdas, lo que permitirá un aumento del 50% en la capacidad actual. Esta expansión es vital, ya que actualmente el penal tiene una población de 1.784 internos, a pesar de contar con una capacidad para 969, según el último informe del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP).
Además de la construcción de nuevos pabellones, el Ejecutivo está considerando la posibilidad de "exteriorizar internos", trasladando a aquellos con penas bajas, buena conducta y edades entre 18 y 25 años a otros lugares. El director del Penal, Enrique Delgado, señaló que entre 100 y 150 internos podrían ser trasladados a un predio del IPV o al complejo Nazario Benavidez, destinado a menores, que requeriría adecuaciones para su uso.
La sobrepoblación del Penal de Chimbas no es un fenómeno reciente. Desde 2019, la capacidad del penal ha estado desbordada, en parte debido a la implementación del sistema de Flagrancia y del sistema acusatorio, que aceleraron el proceso de condenas. Las gestiones anteriores también intentaron aumentar la capacidad carcelaria, iniciando en 2022 la construcción de una nueva unidad que se había visto interrumpida por problemas de financiamiento.
Con la finalización de la nueva obra prevista para diciembre o enero, se espera que estas medidas ayuden a aliviar la crítica situación del Servicio Penitenciario y mejorar las condiciones de detención para los internos.