La crisis en el Hospital Garrahan, un centro pediátrico de alta complejidad de referencia nacional y regional, continúa escalando.
Tras semanas de reclamos, el personal del hospital logró obtener un bono, lo que provocó una respuesta sorpresiva del Gobierno: el ministro de Salud, Mario Lugones, destituyó al Consejo Administrativo por haber tomado esa decisión en beneficio del personal, que sigue demandando una urgente recomposición salarial.
En este contexto, se han anunciado nuevos paros de 48 horas para el 8 y 9 de octubre, en medio de graves denuncias sobre la situación que atraviesa la institución, incluyendo la reutilización de materiales descartables y una fuga de pediatras. Norma Lezana, representante de los profesionales y técnicos del Hospital Garrahan, expresó su preocupación: “Están renunciando los profesionales y casi no se va a poder sostener la atención en nuestro hospital. La decisión del ministro es muy desafortunada. Hubiéramos esperado que rápidamente nos llame o que venga y vea lo que atendemos”.
Lezana, como referenta de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), firmó una nota a fines de septiembre dirigida a la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, pidiendo intervención ante la “falta de protocolo” que garantice la calidad de los materiales médicos de un solo uso que se reutilizan en cirugía cardiovascular. En ese documento, alertó que “no se cumple con la normativa de ANMAT sobre el reuso de esos materiales”.
“Estamos muy preocupados porque pensamos que el funcionamiento del hospital está en peligro”, declaró el pediatra Carlos Figueroa durante una concentración frente al Garrahan en el marco de la lucha gremial.