
En algunas carnicerías, las rebajas superan los $2.000 por kilo, lo que representa un alivio para muchas familias.
En medio de un contexto económico marcado por la inflación, varios cortes de carne registraron en San Juan una importante baja en sus precios. En algunas carnicerías, las rebajas superan los $2.000 por kilo, lo que representa un alivio para muchas familias que intentan equilibrar su presupuesto sin resignar alimentos esenciales.
Entre los cortes que más redujeron su valor se encuentra el asado, que pasó de $12.000 a $10.000 por kilo, una baja de $2.000 que lo vuelve a posicionar como una opción más accesible para los fines de semana. También descendieron los precios de la carne molida común (de $5.500 a $4.800) y la molida especial (de $9.500 a $8.500), dos cortes claves para la cocina diaria.
Otros cortes populares como el peceto (de $12.800 a $12.000), las costillas (de $9.800 a $9.500) y las costillas de cerdo (de $6.000 a $5.000) también experimentaron bajas. En el caso del chorizo, la disminución fue aún más significativa: de $7.500 a $5.000 por kilo. Incluso la molleja, un corte considerado premium, descendió de $18.000 a $17.000.
Sin embargo, no todos los productos escaparon a los aumentos. El pollo subió levemente de $3.200 a $3.300 por kilo, y la pechuga de $7.600 a $7.700. También hubo incrementos en el mondongo (de $5.000 a $6.000) y en el filet de merluza, que pasó de $6.500 a $7.000.