A partir del 1 de enero de 2025, se activa el aumento de dietas para los senadores nacionales, quienes comenzarán a percibir un salario bruto de 9.5 millones de pesos mensuales.
Este ajuste se produce luego de que venciera el 31 de diciembre la resolución que congelaba los sueldos de los legisladores, con lo que se desactiva la prórroga que mantenía los salarios a un nivel de 8 millones de pesos brutos desde abril de 2024, cuando en una sesión polémica, los propios senadores votaron su cuadruplicación.
Con la actualización de las dietas, los senadores nacionales cobrarán más del doble de lo que perciben los diputados. En este sentido, la resolución que mantiene las dietas de la Cámara Alta vinculadas a los módulos de sueldos no es automática. A lo largo del tiempo, los módulos utilizados para calcular los sueldos de los legisladores varían, aunque durante el periodo del congelamiento, las dietas se mantuvieron invariables.
A pesar de la vigencia del aumento, varios legisladores han solicitado dar marcha atrás con la medida, lo que solo sería posible si la resolución sobre el congelamiento es prorrogada antes de que se liquiden los sueldos a mediados de enero. Este pedido genera tensión dentro de las filas políticas, particularmente debido a las presiones del presidente Javier Milei, quien ha impulsado la idea de austeridad.
El conflicto también refleja el enfrentamiento entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y el presidente Milei. Mientras Villarruel ha mantenido que la decisión sobre la prórroga del congelamiento debe ser tomada por los senadores mediante una votación en sesión, el presidente aboga por una intervención administrativa para suspender los aumentos.
Si la propuesta de congelamiento es finalmente sometida a votación, el resultado podría ser ajustado, ya que la bancada de Unión por la Patria, con 33 senadores, se opondría a la medida, lo que genera aún más incertidumbre sobre el futuro de las dietas en el Senado nacional.