A pesar de haber asegurado anteriormente que las cuentas del municipio estaban en orden, la jefa comunal solicitó recientemente $350 millones al Fondo de Emergencia Municipal del Gobierno provincial para poder cerrar el año.
Este pedido se suma a otro intento reciente de financiamiento: semanas atrás, Rosas había solicitado al Concejo Deliberante autorización para tomar un préstamo de $500 millones con el Banco San Juan bajo la modalidad de leasing. La propuesta generó inquietud entre los concejales debido a que la garantía ofrecida era la coparticipación municipal, lo que podría comprometer el pago de salarios y servicios esenciales en caso de incumplimiento. Ante la falta de documentación y respuestas claras, la iniciativa fue finalmente archivada.
A este panorama financiero complicado se suma el reciente anuncio de la intendenta, quien confirmó que el municipio otorgará un bono de $100.000 a todos los empleados municipales. Si bien el pago del bono representa un alivio para los trabajadores en un contexto económico crítico, el gasto adicional pone aún más presión sobre unas finanzas municipales ya debilitadas.
Desde el Gobierno provincial, encabezado por Marcelo Orrego, expresaron preocupación por la solicitud de auxilio económico. Según fuentes oficiales, el pedido de $350 millones refleja que el municipio no está logrando sostener sus gastos con los ingresos propios y los recursos provenientes de la coparticipación.
Este escenario financiero en Caucete ocurre en un contexto de crisis generalizada, donde los recursos que Nación envía a las provincias se han reducido notablemente, impactando directamente en las gestiones municipales. Sin embargo, las decisiones de Rosas, como la búsqueda de préstamos millonarios y el pago de bonos extraordinarios, reavivan las críticas hacia su administración y abren interrogantes sobre la viabilidad de las finanzas municipales de cara al 2025.