Los controles de salud en las carnicerías de la provincia se han intensificado desde agosto, en el marco de una campaña destinada a prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH). Como resultado de estas inspecciones, se han impuesto sanciones a un porcentaje de los comercios.
Salomé Rodríguez, responsable de la División Bromatología del Ministerio de Salud, informó que de un total de 100 carnicerías inspeccionadas, el 10% presentó irregularidades, incluyendo falta de habilitaciones, condiciones de higiene inadecuadas y la práctica prohibida de vender carne molida con anticipación. "La carne debe molerse frente al cliente, y esto se fundamenta en la prevención del SUH, causado por la bacteria Escherichia Coli", explicó Rodríguez.
En el contexto actual, se busca también evitar la venta ilegal de carne equina para el consumo humano. Rodríguez enfatizó la importancia de la trazabilidad del producto, instando a los consumidores a verificar el origen y la fecha de vencimiento de la carne y los embutidos. "Los embutidos deben tener etiquetas visibles con información esencial. Si el comerciante se niega a mostrarlas, es mejor no comprar y denunciar la situación ante el Ministerio de Salud", agregó.
Durante las intervenciones, se decomisaron productos y se impusieron multas que serán tramitadas en un juzgado. Aunque en agosto no se realizaron clausuras, sí hubo medidas en septiembre. Además, se tomaron muestras aleatorias en carnicerías para detectar la presencia de la bacteria responsable del SUH, y hasta el momento, no se ha encontrado.
Rodríguez subrayó la importancia de que los consumidores estén atentos y denuncien irregularidades. "Los controles son mensuales, pero la vigilancia ciudadana es crucial. Un comercio puede estar en regla un día y, al siguiente, no", destacó.
Por último, hizo un llamado a la conciencia del consumidor al adquirir alimentos. "Si no se conoce el origen del producto o no hay etiqueta visible, este podría ser clandestino y representar un riesgo para la salud", concluyó.