Echaron a un penitenciario sanjuanino porque un PRESO se ESCAPÓ del Penal de Chimbas

El subayudante de guardia Miguel Ángel Correa fue destituido de su cargo por negligencia e incumplimiento de sus funciones.

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En un desafortunado incidente que tuvo lugar en el penal de Chimbas, un penitenciario perdió su empleo debido a un descuido y error que resultaron en la fuga de un preso bajo su custodia. Después de un prolongado sumario administrativo que se extendió por más de cuatro años, el subayudante de guardia Miguel Ángel Correa fue destituido de su cargo por negligencia e incumplimiento de sus funciones.

La noticia se dio a conocer esta semana a través de la publicación de un decreto emitido por el Ejecutivo Provincial, en el cual se ordenó la cesantía de Correa. El incidente en cuestión ocurrió el 12 de diciembre de 2018, cuando el preso Cristian Jonathan Tello logró escapar del Servicio Penitenciario Provincial mientras se encontraba bajo la supervisión de Correa.

En ese momento, el penitenciario estaba a cargo de la limpieza del Pabellón 10 del Sector 2 del penal de Chimbas. Correa sacó a cinco internos fuera de los muros de la prisión para realizar tareas de limpieza en un patio externo y buscar agua en la avenida Benavidez. Sin embargo, no proporcionó custodia ni llevó consigo equipo de comunicación.

Aprovechando esta situación, Tello se escapó durante un descuido y emprendió una huida en dirección a villa Observatorio, desapareciendo en una de sus calles. Cabe destacar que Tello era un preso con antecedentes graves, ya que había asaltado y violado a una mujer de 57 años en una casa de Caucete en enero de 2014. Como consecuencia de este delito, fue condenado a 9 años de prisión.

Once horas después de su fuga, Tello fue capturado junto a otro individuo a bordo de un vehículo EcoSport en la intersección de las calles Coll y Calivar, en Rivadavia. A lo largo de la investigación sobre la fuga, siempre se dejó en claro que no hubo complicidad por parte del penitenciario en la evasión, pero sí se evidenció una negligencia por su parte. Además, ninguno de los presos estaba autorizado a salir del recinto penitenciario.

A pesar de ello, se inició un sumario administrativo en su contra. El guardiacárcel admitió su responsabilidad, pero también afirmó que no le correspondía cumplir con esas tareas, ya que su puesto era administrativo. Las autoridades de Control de Gestión y la dirección del Servicio Penitenciario Provincial tomaron la decisión de despedirlo. Así, finalmente se decretó su cesantía, dejándolo sin empleo.

Este incidente ha generado un debate sobre la importancia de cumplir con los protocolos de seguridad en los penales y la necesidad de garantizar una supervisión adecuada de los presos. Además, resalta la responsabilidad que recae sobre los guardiacárceles en el correcto desempeño de sus funciones, especialmente cuando están a cargo de reclusos peligrosos.

La cesantía de Miguel Ángel Correa sirve como una advertencia