Productores advierten un atraso hídrico de 60 años y reclaman inversión urgente ante el derrumbe del caudal del río San Juan

Pablo Martín, representante de la Cámara Vitícola de San Juan, dio detalles de la actual crisis del sector y aseguró que “Decir que estamos con un atraso de por lo menos 60 años”.

La frase sintetiza la preocupación que atraviesa al sector productivo en un escenario marcado por la crisis hídrica y la inminente caída del caudal del río San Juan, que será aún más severa de lo previsto. El diagnóstico fue expuesto en una reunión entre cámaras productivas y diputados provinciales, donde los referentes plantearon el deterioro profundo de la infraestructura hídrica y la baja ejecución de fondos en un momento crítico para el sistema de riego.

Durante el encuentro, los dirigentes solicitaron a los legisladores de las comisiones de Hacienda y de Agricultura que impulsen un pedido de informes para esclarecer por qué los recursos destinados a Hidráulica no se transforman en obras. 

El atraso de seis décadas al que se refirió Martín se refleja en sistemas que no se modernizan desde los años 60 y 70, cuando los canales matrices aún funcionaban con eficiencia. Hoy, enumeran una larga lista de falencias: compuertas sin mantenimiento, canales con pérdidas, ausencia de sistemas de medición, estudios de acuíferos demorados y falta de tecnología básica para garantizar una distribución acorde a las necesidades actuales.

La crisis se profundiza por la situación climática. Mientras que el año pasado el caudal del río San Juan alcanzó los 1.250 hectómetros cúbicos, este año podría descender a apenas 700 o 750 hectómetros cúbicos, un 30% menos de lo proyectado inicialmente. Lo que no llega por los cauces superficiales debe obtenerse mediante perforaciones, pero las napas también descienden, obligando a perforar más profundo y encareciendo la actividad.

Con este escenario, Martín advirtió que la infraestructura existente no permite responder a la demanda real de los cultivos. Mencionó el caso del Canal Céspedes, que debe abastecer de manera simultánea a Pocito y Sarmiento, dos zonas con necesidades agronómicas completamente distintas. 

Las cámaras trasladaron estas preocupaciones también al Ministerio de Producción, que anticipó que la entrega de agua para enero y febrero será menor debido al desplome del escurrimiento cordillerano.

La conclusión del sector es contundente: San Juan necesita iniciar de inmediato un plan sostenido de inversión hídrica. Cada año sin obras profundiza el deterioro del sistema y reduce la capacidad productiva.