Lucas Tejada: el arquero que convirtió a La Gloria en su casa para siempre

Hay jugadores que pasan por un club. Y hay otros que se quedan para siempre. Lucas Tejada pertenece a este último grupo. Con casi una década defendiendo el arco de La Gloria, el sanjuanino visitó Bonus Deportivo y dejó en claro que su relación con el rojiblanco está hecha de recuerdos, aprendizajes y un amor que no conoce dudas.

Mientras La Gloria afronta las últimas tres fechas del Clausura peleando por meterse entre los ocho mejores, Tejada vive cada partido como si fuera decisivo. Su preparación empieza mucho antes de pisar la cancha: “Desde la mañana ya estoy mentalizado. Comer bien, descansar, hablar con los chicos… todo forma parte del ritual”, confesó.

Para Lucas, el futsal es concentración, análisis y memoria: “Me paso viendo rivales, recordando cómo patea uno u otro. Después de tantos años, te acordás de todos. Tenés que estar mentalizado siempre”.

El arquero también resaltó lo que la disciplina le regaló fuera del 40x20: “Lo más lindo que te deja este deporte es la gente. Amigos, colegas, jugadores que te cruzás en la calle y te saludan con cariño. Esas cosas valen más que cualquier resultado”.

Pero su relato cobra otra dimensión cuando habla de La Gloria, el lugar donde creció, donde lo adoptaron y donde eligió quedarse: “Ahí viví tantas cosas que siempre quise quedarme. Nunca me dieron ganas de irme”, confiesa. Recuerda campeonatos, terceros tiempos y esos “jardines de Enfermera Medina” donde se forja realmente el grupo.

Desde su visión, el crecimiento del futsal debe partir desde abajo: “Si a los chicos en formativas ya les enseñan técnica, cuando llegan a reserva o primera están mucho más formados”.

Lucas Tejada juega con las manos, pero también con la memoria. Y en cada atajada defiende algo más que un arco: defiende su lugar en el mundo.

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