Construcción en crisis por el freno de la obra pública: 120.000 empleos menos y canteras al 25% de su capacidad

Nacionales07/11/2025Diario UrbanoDiario Urbano

La caída del empleo en la construcción ya alcanza los 120.000 puestos en dos años. Olavarría refleja el impacto del parate y vuelve a poner en foco el rol de la infraestructura para reactivar la economía.

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 Los niveles de empleo se ubican en torno a los de 2021, en plena pospandemia, pero los especialistas advierten que el impacto va mucho más allá.


A casi dos años de la llegada de Javier Milei al poder y la inmediata paralización de la inversión estatal, el sector de la construcción sigue en uno de sus momentos más críticos. Los niveles de empleo se ubican en torno a los de 2021, en plena pospandemia, pero los especialistas advierten que el impacto va mucho más allá: la actividad podría ser clave para reactivar la demanda interna, incluso por encima del efecto de la baja de tasas o la recomposición del crédito.
 
Entre noviembre de 2023 y julio de 2025 se perdieron 60.462 puestos de trabajo formales en la construcción (-13,7%), según el índice desestacionalizado del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Sin embargo, de acuerdo con Gustavo Weiss, titular de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), el número real sería mucho mayor: la caída totalizaría unos 120.000 empleos entre julio de 2023 y octubre de 2025, según estimaciones del IERIC, que también contemplan a los trabajadores subcontratados.
  
El Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) y el consumo de cemento se ubicaron en agosto levemente por encima del nivel registrado un año atrás, mientras que el Índice Construya continuó en terreno negativo.


“La divergencia entre los tres indicadores se explica por las diferencias en su composición: el Índice Construya refleja principalmente la evolución de la obra residencial, uno de los segmentos más golpeados este año, especialmente en los emprendimientos pequeños, reformas y ampliaciones”, señalaron desde el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC).


De todos modos, advirtieron que los tres índices se mantienen muy por debajo de los niveles de agosto de 2023.
 
Con la actividad afectada, la cantidad de empleadores registrados que posee IERIC también muestra caídas. En septiembre fue del -1,3% interanual, aunque si se compara con el mismo mes de 2023 la baja de empleadores se hunde 10,6%, "excluyendo el atípico 2020, se posiciona como el peor mes de septiembre de los últimos 20 años", destacan. Entre empresas contratistas y subcontratistas, el IERIC cuenta con un total de 18.239 empleadores.

Olavarría trabaja al 25% de su capacidad instalada


En este escenario, la ciudad bonaerense de Olavarría, fuertemente ligada a la industria de la construcción, atraviesa una marcada contracción de su nivel de actividad. “Tenemos alrededor de 20 puntos menos de movimiento”, señaló Bernardo Baldino, subsecretario de Empresas e Inversiones de la Secretaría de Desarrollo Económico y Productivo local.

Lejos de ser una simple estadística, el dato refleja el efecto multiplicador que tiene el parate del sector en una zona donde se concentran las principales cementeras del país y una intensa actividad minera. La caída impactó de lleno en comercios, servicios y empleo, profundizando el freno económico en toda la región.

 
En Olavarría se perdieron cerca de 1.500 puestos de trabajo desde noviembre de 2023. Pero más allá de la reducción del empleo, Bernardo Baldino advirtió sobre un fenómeno aún más preocupante: el avance de la precarización laboral. “Muchas empresas que tenían personal en relación de dependencia se vieron obligadas a pasarlos al régimen de monotributo, con la promesa de volver a formalizarlos cuando la actividad repunte”, explicó.

“La gente que dejó de percibir su salario es gente que deja de ir a un restaurante, al cine o de comprarse ropa. Estimamos que eso representa unos $2.000 millones menos circulando en la economía local”, explicó Baldino, en referencia al efecto derrame que genera la construcción en Olavarría. En esa misma línea, remarcó la importancia de la inversión pública como motor de la actividad privada, que históricamente impulsa un fuerte movimiento económico en la ciudad bonaerense. “Hoy estamos atravesando el peor momento de los últimos diez años en materia de construcción privada”, advirtió.

El titular de la Cámara de la Piedra, Gustavo Núñez, coincidió en que el sector atraviesa una situación crítica y reveló que las canteras hoy operan apenas al 25% de su capacidad instalada. “Históricamente el promedio mensual era de alrededor de 1 millón de toneladas, en 2017 -el boom del sector- alcanzamos 2,1 millones, y actualmente estamos produciendo solo 400.000”, ejemplificó.

Sin embargo, la reducción del personal es lo que más les preocupa, ya que no es posible capacitar nuevos recursos humanos frente a los actuales que tienen una antigüedad de 15 años. "Todos tenemos puesta la camiseta de la empresa, no es lo mismo que contratar a alguien nuevo", asegura Nuñez.

En este contexto, el Gobierno lanzó una etapa de privatización de rutas y autopistas de las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos. Sobre esta medida, Nuñez afirma que en el sector se "está esperando con ansias", ya que podría reactivar parte de la industria de la piedra, mientras que Weiss destacó que estas obras tienen varios oferentes y se realizarán con financiamiento del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).

Construcción: qué puede venir en los próximos meses


Respecto a la expectativa hacia adelante, el proyecto de Presupuesto 2026 destinado a la Dirección Nacional de Vialidad es de $659.878 billones, se "traduce en un aumento nominal del 1,9% respecto a este año, que ajusta por la inflación promedio del gobierno implica una caída real del 10,6%", según informaron desde Analytica.

En ese sentido, Gustavo Weiss advirtió que “no hay expectativas de un impulso significativo en la obra pública nacional” y remarcó que, más allá de lo que figure en el Presupuesto, lo clave será el nivel real de ejecución, ya que “muchas veces no se termina concretando el total de lo asignado”.

A su turno, el economista Claudio Caprarullo aseguró que, para que la economía logre recuperarse, además de la reactivación del crédito, el Gobierno debería impulsar nuevamente la construcción, uno de los sectores más golpeados pero también de mayor efecto multiplicador sobre la actividad.

En la misma línea, Gustavo Weiss coincidió en que “no es posible crecer sin infraestructura”. Y ejemplificó: “Podés eliminar las retenciones al campo, pero si no hay rutas o caminos rurales en condiciones, no podés transportar la producción”.
 

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