Confirman que el conductor que ocasionó la tragedia de 9 de Julio manejaba bajo efectos de estupefacientes

Marcos Gabriel Pereyra enfrenta prisión preventiva mientras las familias de las víctimas exigen justicia por el trágico accidente que dejó dos muertos en la Ruta 183.

 
"Es un asesino, que pague por el daño que causó", expresaron con furia los familiares de Alberto Torres Figueroa, una de las víctimas fatales del accidente que tuvo lugar el pasado domingo en 9 de Julio. La indignación creció al conocerse los resultados preliminares de los análisis toxicológicos realizados a Marcos Gabriel Pereyra, conductor de la Toyota Hilux involucrada en el siniestro. Según la investigación, las pruebas revelaron la presencia de cocaína y marihuana en su organismo, aunque aún se espera una contraprueba para determinar si se encontraba bajo los efectos de estas sustancias al momento del choque.

El juez Eugenio Barbera resolvió ordenar la prisión preventiva de Pereyra por un período inicial de seis meses, acogiendo el pedido del fiscal Sebastián Gómez, de la UFI Delitos Especiales. Durante la audiencia, el acusado optó por no declarar, siguiendo el consejo de su abogado defensor, Marcelo Fernández. La medida busca garantizar el desarrollo de la investigación, que intenta esclarecer los detalles de una noche que terminó en tragedia.

El accidente ocurrió en la Ruta 183, en dirección al Oeste, cuando la camioneta conducida por Pereyra perdió el control al tomar una curva en la zona de La Majadita. Según los informes, tras salirse hacia la banquina, el conductor realizó una maniobra que lo llevó a invadir el carril contrario, impactando de frente contra el Volkswagen Gol en el que viajaban Torres Figueroa y su pareja, Vanesa Ahumada. El impacto fue devastador: Torres Figueroa murió en el acto, mientras que Ahumada sufrió graves heridas que aún la mantienen hospitalizada, aunque su evolución es favorable y podría ser trasladada a una sala común próximamente.

Dentro de la Hilux viajaba también Mirko Aballay Allende, un amigo cercano de Pereyra, quien perdió la vida a causa del choque. Este vínculo entre conductor y acompañante ha agregado una carga emocional al caso, especialmente luego de que se difundiera una foto tomada el mismo día del accidente, que los mostraba sonrientes y compartiendo junto a amigos.

La conmoción por las pérdidas se suma al clamor de justicia de las familias. Mensajes llenos de dolor y rabia circularon entre los allegados de las víctimas, quienes exigieron una condena ejemplar para Pereyra. “No merece volver a ver la luz del sol. Es un peligro para la sociedad”, expresó un familiar de Torres Figueroa, reflejando el impacto devastador que el siniestro ha tenido en sus vidas.