Salomé Rodríguez, jefa de la División de Alimentos del Ministerio de Salud, explicó la nueva ley de Etiquetado Frontal

Salomé Rodríguez, Jefa de la División de Alimentos del Ministerio de Salud, habló sobre los recientes cambios en la ley de etiquetado frontal impulsada por el Gobierno nacional, una normativa que ha generado cierta sorpresa en el sector.

La ley de etiquetado frontal tiene como principal objetivo garantizar el derecho a la salud de la población, permitiendo a los consumidores conocer los ingredientes y la composición nutricional de los productos alimenticios que adquieren. "Se busca que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre lo que consumen y, por eso, se introdujeron los sellos en los productos", comentó Rodríguez.

El trabajo en esta ley comenzó en 2019, y fue promulgada en 2022, con un año de adecuación para las empresas. Según Rodríguez, aunque la mayoría de los alimentos comenzaron a ajustar sus etiquetas en 2023, los recientes cambios generarán nuevos costos para las empresas y problemas en las provincias, ya que, en muchos casos, ya se estaba realizando una regulación sobre los productos alimenticios.

Uno de los principales cambios es que, antes, se consideraban los ingredientes intrínsecos de los alimentos, pero ahora se evaluarán los ingredientes críticos añadidos. Por ejemplo, un paquete de maní que antes mostraba sellos de "Alto en sodio", "Alto en grasas" y "Alto en calorías", ahora solo tendrá el sello "Alto en sodio". Esto implicará menos octógonos en las etiquetas, lo que, según Rodríguez, puede generar confusión o interpretaciones erróneas.

Los cambios comenzarán a regir desde la publicación de la ley, aunque las empresas que ya habían invertido en etiquetas y bobinas de rótulos para los próximos cinco años recibirán una prórroga para poder adaptar sus productos a las nuevas disposiciones. Rodríguez anticipó que estos cambios no serán inmediatos y podrían verse reflejados en los productos dentro de uno, dos o incluso tres años.

Rodríguez también destacó la importancia de las capacitaciones que se brindan, tanto a los profesionales que trabajan directamente con la manipulación de alimentos como a los consumidores. "Es fundamental que todos conozcamos estas disposiciones y sepamos leer un rótulo correctamente para tomar decisiones informadas", señaló.

Si bien aún no se han realizado estadísticas oficiales sobre el impacto de la ley de etiquetado frontal, Rodríguez mencionó que los comentarios de los consumidores han sido reveladores. Muchas personas se sorprendieron al descubrir que productos que consideraban saludables, en realidad, no lo son debido a la presencia de ingredientes críticos, como altos niveles de sodio o azúcar.