Así lo anticipó el director ejecutivo de la Anses, Mariano de los Heros, durante su defensa del Presupuesto 2025 en Diputados. También afirmó que la intención del Ejecutivo es no prorrogar la moratoria previsional.
El director ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Mariano de los Heros, confirmó que el bono extraordinario de $70.000 para jubilados se mantendrá sin ajuste por inflación durante 2024 y 2025. La noticia, anunciada durante su presentación ante la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, ha generado preocupación sobre el impacto que esta decisión tendrá en el poder adquisitivo de los beneficiarios.
Actualmente, los jubilados perciben sus haberes con un aumento del 4,17% en octubre, pero el bono, implementado en abril de 2024, continúa fijo en $70.000. De los Heros señaló que no está previsto ningún aumento del monto para 2025, lo que implica una pérdida significativa del poder de compra de aquellos jubilados que dependen de este ingreso adicional en un contexto de inflación creciente.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) estimó que, según las proyecciones de inflación establecidas en el Presupuesto 2025, el bono debería duplicar su valor para enero del próximo año. Si no se ajusta, los jubilados de la mínima perderían cerca de $97.446 adicionales en términos reales hacia diciembre de 2025. Esta situación genera inquietud en un sector ya afectado por el aumento constante de los precios y la reducción de su capacidad para adquirir bienes y servicios esenciales.
Mariano de los Heros defendió la medida señalando que, a pesar de las dificultades fiscales, el bono representa un esfuerzo importante del Gobierno. Sin embargo, la decisión de mantenerlo congelado sin ningún ajuste en un contexto inflacionario plantea dudas sobre cómo se garantizará el bienestar de los jubilados, quienes se verán cada vez más expuestos a una erosión de sus ingresos.
El congelamiento del bono para 2025 agrava aún más el escenario para los jubilados, que seguirán perdiendo poder adquisitivo si no se implementan mecanismos de actualización. La situación podría derivar en una mayor presión para revisar las políticas actuales y establecer medidas que protejan a los sectores más vulnerables frente a la inflación.